En enero de 2004, el entonces director de la NASA, Sean O’Keefe, anunció la decisión de no alargar más la vida del Hubble y dedicar todos los esfuerzos en la construcción del nuevo James Webb Space Telescope. Tras el accidente del Columbia en el 2003, la seguridad de los astronautas no podía garantizarse y una misión para reparar el Hubble era considerada de muy alto riesgo. Sin embargo, científicos de todo el mundo, incluyendo algunos premios Nobel y los propios astronautas, protestaron enérgicamente esta decisión y presionaron al gobierno para que cambiara de opinión.

Foto: NASA
No era para menos, el Hubble es y será un mito en la historia de la ciencia. El instrumento espacial más productivo. Descubridor de, entre otras muchas cosas, la existencia del agujeros negros, exoplanetas, o la materia oscura; fue también el primero en proporcionar un mapa de Plutón y en constatar el actual modelo del universo en expansión.
Finalmente, la misión que estuvo a punto de cancelarse, tuvo lugar hace unos pocos días. El brazo mecánico del Space Shuttle agarró el Hubble por quinta y última vez para que los astronautas empezaran con las reparaciones. Con 5 salidas extravehiculares la tripulación del Space Shuttle insertó dos nuevos instrumentos científicos, reparó otros dos con ciertos problemas electrónicos y añadió baterias, unidades de memoria y giroscopios para mejorar su orientación.
Como todo lo que rodea al sector espacial, las herramientas utilizadas por los astronautas fueron específicamente diseñadas para esta misión. En el desarrollo de su diseño se tuvo que tener en cuenta la diferencia de temperatura que deben soportar tales instrumentos a lo largo de su misión, con rangos de hasta 500 grados, la presión y vibraciones que deben soportar al despegar o simplemente el hecho que los astronautas al utilizar estos instrumentos, lo hacen metidos en unos guantes muy grandes que dificultan enormemente cualquier movimiento de precisión.
Tras 8 días de misión, y a la espera solamente de que los astronautas regresen a salvo a la Tierra, el telescopio espacial más famoso ya está reparado. El mundo científico se felicita por ello. Tenemos Hubble hasta el 2014.