Hace unos 65 millones de años un asteroide colisionó con nuestro planeta, probablemente en la península del Yucatán, en México. Tal fue la violencia del impacto que toda la atmósfera terrestre se recubrió de una gran capa de polvo, impidiendo así a la luz solar llegar a la superficie y provocando la extinción de una gran cantidad de especies, entre ellas, a los dinosaurios. La posibilidad de que la historia se repita sigue amenazando nuestra tranquila existencia.
