El púlsar de milisegundos más joven



Gracias al satélite de rayos gamma Fermi Telescope, un equipo internacional de científicos ha descubierto un púlsar de milisegundos sorprendentemente poderoso que pondría en entredicho las teorías existentes acerca de cómo se forman estos objetos cósmicos.

El hallazgo eleva a 100 los pulsares identificados por el telescopio financiado por NASA, con la participación, entre otros, de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y el Instituto Nacional de Física Nuclear (INAF) de Italia, centro de investigación que ha publicado la noticia.

Un púlsar es una estrella de neutrones, capaz de aplastar a medio millón de veces la masa de la Tierra en una esfera del tamaño de una ciudad. El materia está tan comprimida que, en su superficie, una tetera pesaría como el Monte Everest.

La característica principal de los púlsares es la de poder combinar la increíble densidad de con un ritmo de rotación extremo. Los más rápidos son los púlsares de milisegundos, que llegan a 43.000 revoluciones por minuto. Se cree que estos objetos celeste puedan alcanzar estas velocidades porque vinculadas gravitacionalmente en un sistema binario con una estrella de tipo «normal». Durante su evolución, transfiere gas al púlsar en forma, de modo que la fuerza del impacto le proporciona más fuerza de rotación, aumentando su velocidad. Los púlsares emiten un potente haz de energía – desde las ondas de radio hasta los rayos gamma – gracias al fuerte campo magnético y a la velocidad de rotación.

Típicamente, los púlsares de milisegundos tienen una edad de algunos mil millones de años o poco más, es decir comparable a la de las estrellas normales. Sin embargo, el Fermi Telescope reveló la presencia de un brillante púlsar de milisegundos de sólo 25 millones de años, según publicaba la revista Science la semana pasada.

El objeto, llamado PSR J1823-3021A, forma parte de un conjunto esférico de estrellas viejas (o cúmulos globulares) llamado NGC 6624. El grupo tiene cerca de 10 millones de años y está ubicado a 27 mil años luz de la Tierra, en la constelación de Sagitario.

Via Gravità Zero.

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