A partir de observaciones realizadas con el Telescopi Joan Oró del Observatori Astronòmic del Montsec (OadM) en Lleida, el pasado día 30 de junio mi grupo de trabajo del Institut de Ciències de l’Espai (CSIC-IEEC) descubrió un nuevo objeto estelar en la galaxia Andrómeda que posiblemente sea una nova.

Photo: Observatori Astronòmic del Montsec
En épocas remotas, al aparecer un nuevo objeto en la bóveda celeste donde antes no se advertía la presencia de ninguna fuente, los astrónomos hablaban de nova stella. En realidad, ésta era una estrella que, de forma repentina, se volvía millones de veces más luminosa y consecuentemente aparecía como nueva. Sin embargo, durante mucho tiempo esta denominación fue usada indistintamente para cualquier objeto que mostrase un espectacular aumento en luminosidad. Posteriormente, gracias a observaciones basadas en estudios de las propiedades físicas se empezó a discernir entre novas y, las más potentes, supernovas.
Las explosiones de novas tienen lugar en sistemas estelares binarios formados por una enana blanca, un tipo de estrella en su fase final de vida y muy poco brillante, y una estrella normal similar al Sol. La enana blanca recibe materia de su compañera hasta un punto en qué se desencadena la explosión. El proceso es similar al que también se da en las explosiones de supernovas con la diferencia que las novas sólo pierden las capas externas sin destruirse por completo.
Es prácticamente imposible predecir un fenómeno eruptivo, pues se conoce muy poco acerca de la fase previa una explosión. Ésta causa la síntesis de nuevos elementos químicos que son expulsados al medio interestelar. El estudio de las explosiones de novas nos aportan una de las piezas del rompecabezas para entender el origen de la actual composición química del Universo.
El nuevo objeto – que supuestamente podemos atribuir a la clase de las novas – está situado en la galaxia Andrómeda (o M31), la más grande y brillante de las galaxias que componen el grupo más cercano a la Tierra, conocido como Grupo Local.
La detección hecha desde el Observatorio del Montsec, cuyo telescopio es el más grande y avanzado de Catalunya y con un funcionamento totalmente robótico, se engloba en un proyecto de seguimiento de novas utilizando tanto telescopios ópticos terrestres como observatorios espaciales de rayos X (Chandra y XMM-Newton).
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Un saludo.
Gracias Dean. Un saludo.