Casi año y medio después de lanzar conjuntamente las sondas LCROSS y LRO y casi un año después de anunciar el descubrimiento de moléculas de agua en la Luna, la NASA ha dado a conocer nuevos datos recogidos por estas mismas naves espaciales en nuestro satélite natural. Estos evidencian que los oscuros cráteres del suelo lunar esconden ricos tesoros.

Escombros expulsados del cráter Cabeus, unos 20 segundos después del impacto del LCROSS. El recuadro muestra de cerca la posición del Sol y la Tierra. Foto: Science/AAAS
Tal como expliqué en un post del año pasado, LCROSS llevó al espacio un misil destinado a bombardear el cráter del polo sur de la Luna, el cráter Cabeus, adyacente a su cara permanentemente oscura. El impacto eyectó material de su superficie al espacio creando un penacho de polvo que perduraría durante unos días esparcido en la “atmósfera” lunar. Sólo entonces LCROSS fue dirigido hacia el material liberado por la explosión para recolectar medidas acerca de su composición y que fueron transmitidas directamente a las estaciones terrestres (el impacto fue incluso observado desde la Tierra con telescopios no profesionales, entre el 7 y 11 de octubre pasados)
Y bien, ahora resulta que la Luna parece estar aún químicamente activa y tener un ciclo del agua completo. Estos resultados se publicaron en una serie de seis artículos de la edición del 22 de octubre de la revista Science y el primero de la serie revela que alrededor del 5,6% del material arrojado por el impacto del misíl fue agua.
Según los científicos el cinco por ciento es «un montón de agua», pues se trata de dos veces la húmedad present en el desierto del Sahara. Aunque esto pueda sonar «a chino», teniendo en cuenta que hay lugares de la Luna más húmedos que en en la Tierra, es fácil sorprenderse de los misterios que todavía envuelven a nuestro vecino.
Esto se traduce en 45 litros de agua cada 1000 kilogramos de polvo lunar, de manera que existe una reserva potencial de 3,8 3800 millones de litros tan solo en el primer metro de profundidad del suelo y en un radio de 10 kilómetros de la zona que rodea el lugar del impacto.
Asimismo, los científicos confirmaron que el «agua lunar» se encuentra en algunos lugares principalmente en forma de cristales de hielo puros, mientras que su suelo está compuesto por elementos volátiles, entre los cuales se encuentran metano, amoníaco, gas de hidrógeno, dióxido de carbono y monóxido de carbono.
La diversidad y abundancia de los elementos volátiles sugieren que provienen de una variedad de fuentes, como cometas y asteroides, por lo que podrían abrir la puerta a nuevas áreas de investigación y exploración espacial. Entender los procesos y los ambientes que determinan dónde se encontrará el agua, cómo es que el agua fue depositada en la Luna y su ciclo del agua todavía activo, permitirá determinar con mayor precisión la ubicación de reservas de agua fácilmente accesibles para futuras misiones a Marte, por ejemplo.
La existencia de hielo de agua casi puro podría significar que los futuros exploradores lunares no tendrán que inventar un complicado proceso destinado a extraer agua del suelo lunar para su consumo. Además, se podría aprovechar la presencia abundante de gas de hidrógeno, amoníaco y metano para producir combustible con el objetivo de alcanzar otras metas extraterrestres. Y sobre todo para entender mejor nuestro sistema solar, sus recursos y su origen, así como su evolución y futuro.
[…] Más agua de lo previsto en la Luna gravedad-cero.org/2010/10/28/mas-agua-de-lo-previsto-en-l… por carloferri hace 3 segundos […]
Serán 3800 millones de litros y no 3.8 millones de litros esos mil millones de galones ¿no?
Efectivamente. Gracias por comentarlo Hynreck, lo acabo de corregir. Un saludo
están allanando el terreno para hacer oficial la existencia de seres de otros mundos